Jamás olvidaré esas maravillosísimas, magníficas y hipnoticas zapatillas.Aquellas zapatillas que solo el sabía llevar y que solo yo reconocía a kilómetros de distancia, las de pintar, las no validas para salir si no era conmigo, esas zapatillas despreciables que no tienen valor alguno.
¿Por qué siempre que estas conmigo las llevas puestas y yo siempre me fijo en ellas? (;
En ellas, se recogen cada una de nuestras citas. Cada vez que te veía a lo lejos, y cómo una fanática, salí corriendo a abrazarte, a verte, y en vez de ponerme de puntillas, me subía encima de ellas simplemente, porque no llegaba a rozar tus labios.En cada zapatilla están las manchas de mis pisadas, de las lágrimas de verte, de las gotas de cada cerveza, de todo el amor del uno por el otro.
Son esas zapatillas, que no se encuentran en ninguna tienda. No te vayas a Valencia ni Nueva York a buscarlas, porque son suyas y mías, nuestra vida, nuestro amor.
Mírame y dime que son para ti mis converse azules, si te has fijado sin siempre las mismas y en el borde pone tu nombre, el mio y nuestra fecha.¿Qué fácil es encontrar pequeños detalles de grandes sentimientos verdad?
Y hacer de cada pequeño segundo a tu lado, una vida entera para compartirla contigo.O por lo menos eso espero, que sea para siempre.
¿Te imaginas?Tú y yo, dos viejecitos, sentados en sus sillones, y cada uno con sus converses, viejas, llenas de recuerdos.
Recordando viejos momentos, absurdas modas y momentos adolescentes.
Clau´s & Dreams.
