Y fueron felices y comieron perdices.

imberbes, incruentas, incoherentes, inútiles, imbéciles...
Así somos las adolescentes, ¿qué pasa? Si, ya sé que no tenemos nada claro, ya sé que todo nos afecta, ya sé que cambiamos de opinión muchas veces, ya sé que nos aferramos a una ilusión y no la abandonamos jamás. Lo sé.
Pero también sé que las adolescentes luchamos por llegar alto o por lo menos a esta ilusión de la que os hablo y esta ilusión no es más que un chico, un baile, una fiesta, un segundo reteniendo su mirada; no es más.

Pero ¿qué? nos toca ser adolescentes y lo vivimos y os lo digo por experiencia, a veces odias serlo, no quieres ser adolescente, llorar debajo de la cama, sentirte mal por una huida o por un NO, gritar cuando no queda más que hacer.
Soy adolescente.

Peqeña sonrisa de Amelie.

¿Cuántas veces has querido batir tus alas y volar alto, allí donde no te tengas que enfrentar a la realidad del día a día, las inseguridades, las horas de espera, las largas charlas, las lágrimas, la incertidumbre?
Allí donde todo este arreglado, todo se diga a la cara sin remordimientos, donde el amor se exprese con libertad sin miedo a lo que piensen de ti, donde cada mirada sea un mundo y cada mundo una mirada, donde una sonrisa o un te quiero no sea para quedar bien sino que salgan del corazón, donde todo sea una historia narrada por una indefensa niña y que todo tenga final feliz.

POSITIVA, POSITIVA (yn)

Ya era hora.

Tenía ganas de escribir de verdad por una vez en este blog, expresar cómo soy, como me siento y como quiero sentirme, ya es hora de dejar de tapar los sentimientos.
Empezemos por lo que más veces surca mi cabeza desde hace varios días, el por qué de las cosas más estúpidas del mundo: ¿Por qué le conocí?¿Por qué soy tan sumamente posesiva con la gente que en realidad quiero?¿Me quiere?(Pregunta normal en una adolescente)Pero es que, ya no sé si creer esos te quiero los míos son sinceros pero a la vez buscan ese toque de tonteo que todos conocemos.Sé que a lo que me pasa no se le puede llamar amor, le quiero y sería muy felíz con él y por supuesto cada momento y cada risa la recuerdo como si hubiese sido ayer pero ¿y qué pasa con todos los momentos de inseguridad?¿Sirven para algo si después no puedo ni hablarlo con él por qué sé que me evitará, cambiará de tema o quedará en el olvido como el poso del café en una taza? Es inútil fingir que puedo cuando no, que no tengo miedo cuando temo hasta por cometer el más mínimo fallo, por no hacerlo bien.
Necesito hablar con él pero ¿cómo es tan difícil agarrar a alguien de la mano y demostrarle tu amor?

No quiero más momentos de bajón, de pensar que valgo menos de un céntimo de creer que yo soy la única que no tiene decidido su camino,¡Basta ya!
Sé lo que quiero pero no tengo prisas por conseguirlo, quiero ser felíz y a poder ser a tu lado si no puede ser, cerca de ti, te necesito sea como sea.
Solo tengo miedo de mi misma de no saber reaccionar o no saber lo que quiero en algún momento, de no tener claro todo lo que queda aqui escrito y acabar con todo esto desde raíz y mandar cerca al amor.
Sólo me queda decir. Gracias, por favor.
! (;