jueves, 7 de enero de 2010

#C&A


La luz por primera vez penetraba por aquellos grandes y frondosos árboles.
Aquel tupido bosque cada vez era más hermoso, por fin, él estaba allí, lo disfrutaba, por fin.
Sentía la suave brisa mover sus pelos rubios. Rozaba con sus yemas de los dedos el áspero tronco de los árboles, veía como cada uno de ellos tenía una propia vida interna.
Bajo sus pies, bajo las secas hojas marrones de los árboles caídas en la anterior estación, miles de minúsculos bichos huían de sus pisadas mortales para ellos.
Él, con su abrigo rojo, miraba el gran espectáculo de la naturaleza.
Lo disfrutaba tal y como yo lo disfruté hace tanto tiempo.
Cuando estos grandes árboles no eran más que pequeñas esperanzas de vida, cuando el suelo era tan solo un conjunto de arena, sin vida, sin alma.
Otra vez, vuelvo pero esta vez para quedarme aquí, junto a él y así poderlos ver crecer.
Contemplo, como aquella pradera amarillenta se ha convertido ahora en un frondoso bosque. Andamos despacio entre los árboles. Yo, simulando ser profesor de ciencias, de la naturaleza, le explico cada detalle que se le escapa de sus ojos. Quiero que sienta lo que sentí la primera vez.
Empezamos a charlar, hablando en secreto, no vaya a ser que los árboles nos oigan, no vaya a ser que el viento se escape con nuestros secretros...
Y recuerdo, cada cuento contado entre este lugar de vida, cada pilla pilla jugado, cada pelea luchda, cada vez que hice de princesa de cuento necesitada de un principe que la rescatase.
Ahora le toca a él vivir en este mundo de hazañas y aventuras.
De tanto recordar, empiezan a brotar diminutas gotas de agua, lágrimas en la que, como una pantalla cinematográfica, se reflejan las imágenes de mis recuerdos.
Intento dejar de lado mis emociones y fijarme en el chico. Hacer como si nuca hubiese estado allí y sentir la inmensa alegría de ver un nuevo espacio, un nuevo lugar sólo nuestro.
Nos sentamos en una gruesa y larga raíz de uno de los árboles. Allí nos quedaremos hasta que empiece a anochecer. Luego veremos cómo se quema el cielo, y volveremos a casa sonrientes. Con la sonrisa más brillante en la cara más feliz.

Clau´s & Dreams.

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