domingo, 5 de diciembre de 2010

Pecadora empedernida.




Una noche más no llegaba a casa sola sino acompañada, esta vez era el base del equipo de su colegio, un tipo alto, moreno, bastante guapo con el que tenía una gran relación hace mucho tiempo. Ella como de costumbre se había acercado a darle dos besos cuando él giró la cara. Su beso. Volvía a recaer en la debilidad de todo ser humano, la tensión sexual.

Feli.

No hay comentarios:

Publicar un comentario