lunes, 17 de enero de 2011

Hablemos alto y claro.


Realmente, no sé para qué sirven los dentistas, sí, para colocar dientes y cobrar por cada diente cien euros, vale.
Pero es que a mi me gustaban mis dientes descolocados, mi sonrisa DIFERENTE al resto de humanos del mundo.
¿A qué gilipollas se le ocurriría decir que una dentadura es bonita cuando es una sucesión de dientes sin más, sin ninguno diferente?

¿ Saben señores? A mi me gustaba mi sonrisa, lo que no me gusta es llegar una vez al mes del dentista a mi casa con las encías sangrando y con la boca ilimitada para tocar MI clarinete; lo odio.
Odio los dentistas y su manía por la perfección. El mundo no es perfecto señores, y por eso mismo es tan maravilloso.

PD: -Mi dentista no me ha querido quitar el aparato hoy porque tengo el incisivo de la parte de abajo un poco más arriba que los demás. ADV?

1 comentario:

  1. ¡No es justo! A ti te lo van a quitar antes que a mi y yo llevo más tiempo...^^
    Un beso!

    ResponderEliminar